“Eduardo Galeano publicó el libro de los abrazos en 1989, nueve años antes de la fundación del Colegio Gimnasio Kaiporé, un colegio, un proyecto y un sueño que nació con una idea, brindar una educación de calidad a todos y todas las niñas, niños y jóvenes.
Pero había una inquietud, algo que no encajaba, la educación tradicional resulta insuficiente para cumplir este sueño y se queda corta para atender las necesidades de cada estudiante, no contempla particularidades, formas de ser y de aprender.
Tal como en un mar de fueguitos, este colegio es único, cada persona brilla con luz propia, no hay dos estudiantes iguales, todos y todas son auténticos, tienen su propia luz y eso, eso nos encanta, esa es nuestra esperanza, nuestro motor y nuestra ilusión.
Esta motivación se extiende todos los días en cada uno y cada una de las trabajadoras del GK para que, con su talento, constancia, paciencia y amor le brinden a cada estudiante justo lo que necesita. El Gimnasio Kaiporé busca encender esa llama en cada niño, nuestro sueño es que cada fueguito sea independiente, sea autónomo y que esté preparado para su vida”
Estas fueron las palabras que rindieron homenaje a la celebración de los 25 años del Gimnasio Kaiporé con un evento que se llevó a cabo el pasado 30 de julio en donde se celebró el día de la familia del colegio Gimnasio Kaiporé y el jardín Kaiporitos.
Kaipofest se realizó a las afueras de la ciudad y contó con la participación de toda la comunidad educativa; al evento asistieron 500 personas que disfrutaron el día en familia aprovechando los juegos e inflables que había en el evento, todos llevaron sus carpas, balones, mantas y cometas para gozar de la celebración con sus seres queridos.
Este día se rindió homenaje al talento de nuestros estudiantes y egresados en tres momentos; el primero, en la tarima con obras de teatro, bailes y música en vivo, el segundo, con la carpa de talentos GK, en donde hubo una galería de arte, con pinturas, grafitis y lienzos en vivo, un stand de origami y emprendimientos de nuestros estudiantes, y el tercero, en la zona de comidas con una egresada y su empresa, dulce relajo.
Aprovechamos el espacio para agradecer a todas las familias que nos acompañaron en Kaipofest y fueron testigos de lo que hacemos día a día más allá de las aulas. El esfuerzo, dedicación y optimismo de nuestros y nuestras estudiantes se destacaron en esta celebración que esperamos que se repita por muchos años más.
